Imagine un mundo en el que nadie pudiera pedir un préstamo: ni casa, ni auto y posiblemente tampoco regalos por Navidad.
La posibilidad de tomar prestado dinero es vital.
De hecho, mucho de lo que tomamos prestado es “deuda buena”, cuando el pago de esa deuda es asumible y nos ayuda a pagar algo con el tiempo, como las hipotecas.
El problema aparece cuando las deudas se salen de control y no puedes pagar lo que debes. Eso es la conocida como deuda “mala”.
Source: Ecuador Economia